Pasadas las fiestas decembrinas de tradición netamente familiar, los hogares caucanos hemos recibido el nuevo año con la sorpresa del desmesurado incremento del recibo de energía. Este no es más que otro atropello de la Compañía Energética de Occidente, operador privado, a quien sospechosamente el gobierno de Uribe le entregó la distribución y comercialización de energía en el departamento.
Mientras que los caucanos disfrutábamos del tradicional recogimiento familiar, comiendo nochebuena y prendiendo nuestras lucecitas, esta gente aumentó el costo unitario en aproximadamente el 11% pasando de $357.57 en noviembre a $397.64., además sorpréndanse, en algunos casos aplicando tarifas diferenciales llegando a $432.2.
Me imagino la felicidad que sintieron los empresarios de la Compañía Energética de Occidente cuando en cada hogar se prendían las instalaciones del árbol de navidad, pues diciembre es un mes de alto consumo. Un incremento del 11% en la tarifa puede representar fácilmente ganancias mensuales adicionales superiores a los $1.320 millones valor que es superior al canon de arrendamiento que le pagan a la vilipendiada CEDELCA.
De razón en las recientes Fiestas de Popayán y con ese flujo de caja tan exorbitante les sobraba dinero para pagar conciertos populares y así ganar indulgencias con el pueblo y para fastuosos cocteles tratando de comprar la conciencia de nuestra apocada clase dirigente. No quisiera pensar que además de lo anterior, intervinieron económicamente en las pasadas elecciones.
Debemos preguntarnos: ¿Qué razones hubo para aumentar la tarifa en diciembre cuando todos sabemos que por el invierno los embalses estaban a rebosar, las redes eran las mismas y el costo marginal de producir un kilovatio adicional producto de la demanda es menor? Antes por el contrario pensaría que la tarifa debió bajar.
Pero este no es el primer atropello de esta empresa en su corta existencia: Iniciaron cambiando unilateralmente los medidores de energía que son propiedad del usuario, sin cumplir la vida útil y engañando a la gente al decirles que se lo regalaban cuando en realidad este costo seguramente se lo incluyen a CEDELCA como parte del Plan obligatorio de Inversiones de la Infraestructura energética. El propósito real del cambio de contadores por otros digitales no es otro, que con estos últimos, se registra hasta la más mínima carga de energía, asunto que en la propuesta que hizo en su momento la Gobernación, esta inversión se debía realizar en el cuarto año, en reconocimiento del esfuerzo que habían hecho los caucanos en sostener el sistema energético durante los oscuros años de la administración de CEDELCA por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos.
Ahora bien, reflexionemos sobre la actitud que asumen nuestros dirigentes y comparemos la diferencia por ejemplo con la del Valle. Allá en una situación mucho más grave que la de CEDELCA se han unido en contra de la privatización y ahora le están exigiendo al Gobierno Nacional que les preste 1 billón de pesos para pagarlo en 50 años y que cese la intervención de EMCALI, mientras que nosotros entregamos nuestro sector estratégico por 25 años y no pasó nada.
Así pues solo nos resta decirles a los congresistas Aurelio Iragorri, José Darío Salazar, Felipe Fabián Orozco, que manejaron CEDELCA durante toda su existencia, hasta casi su liquidación, que nos ayuden para que no se sigan cometiendo estos atropellos; Al Gobernador Ortega quién le prometió a los Caucanos destapar todo, decirle que estamos esperando noticias sobre este sector y finalmente al señor Gerente de CEDELCA que por favor por lo menos diga algo, que nosotros lo apoyamos.
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